Por ello, se nos ha encargado la tarea de comprobar el error posible de las pipetas, probetas, buretas y vaso de precipitado del laboratorio a través de las mediciones y los cálculos adecuados.
Las mediciones que hemos realizado han sido las siguientes:
Pipeta
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Bureta
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Probeta
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Vaso de precipitados
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Ángel
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9,850
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9,920
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9,810
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10,845
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Jaime
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9,760
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9,905
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9,735
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11,210
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Mario
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9,720
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9,850
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9,760
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10,860
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Pipeta (Ángel)
No hemos cometido el error de paralaje porque hemos puesto la pipeta verticalmente junto con la mesa a la altura de nuestros ojos.
Bureta (Mario)
Conclusión: El error que hemos cometido ha sido el de menisco porque el agua se pegaba a la superficie de la matriz formando un arco cóncavo que puede llegar a confundir al revisar la medición.
No hemos cometido el error de paralaje porque hemos puesto la bureta verticalmente junto con la mesa a la altura de nuestros ojos. Además para hacer una medida más exacta rellenamos la bureta hasta un punto mayor a 10 y le restamos 10.
Probeta (Jaime)
Conclusión: El error que hemos cometido ha sido el de menisco porque el agua se pegaba a la superficie de la matriz formando un arco cóncavo que puede llegar a confundir al revisar la medición.
Vaso de precipitados (Jaime)
Conclusión: El error que hemos cometido ha sido el de menisco porque el agua se pegaba a la superficie de la matriz formando un arco cóncavo que puede llegar a confundir al revisar la medición.
Hemos decidido que el instrumento más preciso de los que hemos utilizado en el larario es la bureta porque nuestras medidas son las que más acercan a 10 ml. Además, nos ha servido de gran ayuda la llave esmerillada porque es más cómodo a la hora de verter el agua destilada.